Nació en un hogar muy humilde del barrio Pueblo Nuevo hace 65 años y sigue viviendo en el mismo sector de Jesús María. Comenzó como lavaplatos en algunos boliches de la ciudad, y después llegó su etapa como DJ. Aunque ya se jubiló, sigue trabajando.

Rodolfo Héctor Páez es conocido como “La Chiva”, apodo que lleva desde muy pequeño debido a su hiperactividad. Digamos que era un niño inquieto.
Se hizo desde abajo. “Me enseñó el hambre”, afirmó en tono de broma, pero con la contundencia de quien cuenta su experiencia con orgullo.
Cuando tenía 9 años, comenzó trabajando como lustrabotas en la antigua terminal de Jesús María, que estaba sobre calle Tucumán, a metros del actual edificio municipal.
Después empezó a lavar copas en un boliche que se llamaba Cariño Botao, luego pasó a Crimson y a otros legendarios espacios de la noche jesusmariense de los ‘70 y ‘80.
Ahí empezó su carrera como DJ, que sostiene hasta hoy, cuando ya cuenta con 42 años de trayectoria.
Le tocaba trabajar todos los fines de semana y fue el musicalizador de miles de fiestas de cumpleaños, casamientos y eventos especiales.
Su esposa, Silvina, con quien tuvo dos hijos (Agustina y Matías), se fue muy joven y le tocó seguir adelante. “Fue muy duro”, admitió.
Cuenta, con algo de nostalgia, que nunca podía disfrutar un sábado a la noche con ella, pero tiene conciencia de que, en ese momento, era lo que tenía que hacer para sostener a su familia.
Matías siguió sus pasos y hoy es quien lleva las riendas del negocio, que tiene una extensa trayectoria.
A sus 65 años se siente tranquilo con el camino recorrido y se toma las cosas con otro semblante, con otra templanza.
Siempre trató de estar actualizado con la música y con el equipamiento necesario para hacer un buen trabajo. Tiene en claro que, si uno es responsable, lo demás viene solo. Pero cuando se hacen mal las cosas, también hay consecuencias.
La Chiva admitió que la noche ya no es la de antes, porque hay muchas “porquerías” que terminan afectando a los chicos.
En la actualidad ya no trabaja de noche, pero se levanta a las 5 de la mañana para ir a buscar a los chicos que forman parte de su equipo y que hoy están en la primera línea.
Aseguró que no tiene pretensiones de ser recordado de una manera especial, pero sí le gustaría quedar en la consideración de la gente como una buena persona.
Varias generaciones de jesusmarienses tienen, seguramente, algún recuerdo donde La Chiva haya sido el musicalizador de algún momento memorable.
Gran compañero en la primaria te llamábamos Rodolfo cuántas habremos echo para que renegara la maestra y te recuerdoo con mucho cariño querido Rodolfo Paez
Gracias Graciela!!!!! Un maestro La Chiva
LA SEÑORA DE RODOLFO PAEZ SE LLAMABA SILVANA HERMOSA PERSONA COMO TODA LA FLIA DE LA CHIVA CON LOS QUE PASE MI INFANCIA COMO UNA MAS DE ESA FLIA . GRACIAS A LOS CARIÑOS QUE SU MADRE ME DABA Y POR LA GRAN AMISTAD QUE TENIA CON MI VIEJITA YA QUE SE TRATABAN COMO HERMANAS . GRACIAS
Gracias Silvia querida.
Muy linda nota!! Hermoso ver a La Chiva!! Un fuerte abrazo!!!
Grande Rodolfo Héctor, un luchador, un broh de la vida
Un grande con todas sus letras supo ser cabeza de familia para todos y darnos una vida lo más buena posible. Gracias a su trabajo llevo alegría a miles de personas que contrataron sus servicios y llenar de magia esos eventos especiales. Gracias por la nota, gracias por este homenaje