Jorge Venturini: se jubiló después de 41 años de trabajar en el Banco de Córdoba

Comenzó rindiendo un examen a mediados de los años ’80 y, desde entonces, pasó por todas las transformaciones que vivió el sistema bancario. Dialogó con Noticias Jesús María y repasó sus inicios, cuando debía viajar de madrugada al Centro de Cómputos y casi todo se hacía en papel. Ahora, inicia una nueva etapa.

Jorge Venturini fue empleado del Banco de Córdoba hasta el pasado viernes, cuando se acogió al beneficio de la jubilación tras 41 años de servicio.
Cuando comenzó, a mediados de los ’80, el país recuperaba la democracia y atravesó innumerables crisis económicas. En aquel tiempo, Internet era apenas una idea lejana y todos los trámites se realizaban en papel.

Su primer puesto fue en el área de Sistemas de la entidad, hasta que le ofrecieron continuar su carrera en Córdoba Capital, donde trabajó en el Centro de Cómputos. Viajaba todos los días, ya que su familia vivía en Colonia Caroya, y recuerda aquellas madrugadas en las que dormía en un banco de la Terminal de Ómnibus esperando el primer colectivo a Jesús María.

Aquellos años fueron de mucho sacrificio, hasta que finalmente logró el traslado a la sucursal local. Eran tiempos en que los impuestos se pagaban por ventanilla y las jubilaciones se cobraban haciendo fila frente al banco.

La llegada de la tarjeta de débito fue, según cuenta, “una verdadera revolución que costó mucho imponer”. Los primeros en usarlas fueron los propios empleados bancarios, “a modo de conejillos de indias”.

A lo largo de su carrera, Jorge trabajó en distintas áreas. Pasó por el sector de Empresas, pero en los últimos 15 años se convirtió en el primer rostro humano que veían los clientes al ingresar a la sede de Jesús María.

“Yo soy un agradecido del banco. Todo lo que tengo lo tengo por el banco. Siempre me gustó mi trabajo”, afirmó.

Los momentos más duros, recuerda, fueron los de su paso por Córdoba, cuando salía del trabajo a las dos de la madrugada y no había colectivos para regresar a casa. “Pero todo aquel esfuerzo valió la pena”, asegura.

Con 41 años de trayectoria, Venturini mira hacia atrás con nostalgia y orgullo. También reconoce su compromiso gremial: hace muchos años es delegado sindical y participó en luchas decisivas para defender los derechos de sus compañeros.

Aunque continuará con su actividad sindical, ya no tendrá que levantarse temprano para ingresar a la sucursal que lo vio crecer.

“Son muchas cosas, muchos años, muchos compañeros de trabajo y, por otro lado, el descanso. Voy a hacer otras cosas”, expresó.

Entre sus nuevos proyectos, prepara un taller de velas artesanales y vitrofusión, dos pasiones que ahora podrá desarrollar con más tiempo y tranquilidad.

Gracias Jorge, por tantos años de compromiso con tu tarea.

03-11-25

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