El ex intendente recordó a quien fuera su antecesor en el gobierno municipal. Lo definió como una “gran persona” que nunca quiso sobresalir y siempre se preocupó por hacer las cosas como corresponde. Dejó grandes obras para la ciudad. Su manera de ser conciliadora fue fundamental para que muchas de las gestiones a nivel provincial y nacional rindieran frutos.

En una entrevista con el programa “La Vuelta a Casa”, que se emite todos los días a las 20 horas en la radio de Noticias Jesús María, el ex intendente Luis Grión, recordó con mucha emoción a quien fuera su antecesor en el gobierno municipal de Colonia Caroya, Rodolfo Visintín, que dejó de existir a los 80 años.
“Muy triste por esta inesperada noticia”, afirmó en sus primeras palabras con nuestra emisora.
Definió a Visintín como “un gran amigo” que siempre hizo lo que estuvo a su alcance por llegar a una conciliación, sin las divisiones absurdas que muchas veces impone la política.
Grión, de hecho, fue su competidor interno dentro de la UCR, pero después de tres elecciones fallidas, cuando finalmente “el profe” fue elegido intendente, lo convocó para formar parte del Gabinete y le dio el cargo de Secretario de Gobierno.
“Demostró sus dotes de ser un gran hacedor, tuvo que armonizar un grupo, un gabinete de gente que venía de espacios diferentes”, aseveró.
Grión admitió que en esa época era muy vehemente a la hora de hacer política, pero Rodolfo siempre tenía la manera de atemperar esos ánimos.
Estuvo en el poder durante un solo periodo y luego lo apoyó para que llegara a la intendencia.
“Rody”, como todos le decían, había intentado llegar en tres oportunidades y recién la tercera fue la vencida. Fue intendente de 2007 a 2011, poniendo mucho énfasis en acomodar los números rojos que había dejado la gestión de Héctor Nanini y eso le valió, incluso, algunas críticas por su austeridad.
Pero durante su gestión logró el acuerdo por los límites jurisdiccionales con las localidades vecinas, el asfalto de la calle Marcos Perdía y que se iniciara la obra de la pavimentación de calle Pedro Patat, además de la creación, con fondos de la Nación, de la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, en tiempos de la presidencia de Cristina Fernández.
“Fue como un padre para nosotros”, remarcó Grión, que se mostró emocionado y muy nostálgico de aquellos convulsionados tiempos de principios de los 2000.
“Todos quisiéramos tener un antecesor como él”, afirmó. Cuando se fue del poder, no sólo no volvió a participar en política, sino que además dejó las cuentas en orden.