A pesar de su cuadro, Candela aprendió a nadar a los 6 meses junto a su mamá. Hoy es todo un orgullo para Jesús María. Candela demostró un enorme compromiso para llevar adelante y superar este desafío.

Candela tiene 13 años y convive con una enfermedad llamada “ataxia telangiectasia”, que afecta el movimiento y la coordinación muscular.
Esto no impidió que pueda participar el certamen “Córdoba Juega Adaptado”, una instancia clasificatoria para los Juegos Nacionales Evita, que este año se llevarán a cabo en la ciudad de Mar del Plata.
Candelaria quedó clasificada para integrar el equipo Sub-16 de natación adaptada y formará parte del contingente cordobés.
Ella es de Jesús María y sus padres, Silvina y Facundo, la acompañan a todos lados. Son sus hinchas más fieles y la alientan a la superación permanente.
Pero el amor por el agua nació casi con ella, ya que aprendió a nadar cuando tenía apenas seis meses de vida. Su mamá estaba cursando un instructorado de matronatación y todo se dio para que la pequeña Candela diera sus primeras brazadas.
“Su discapacidad no es una limitante”, afirmó Silvina, que es de Villa del Totoral, pero pasó toda su juventud en Jesús María.
Su objetivo como mamá siempre fue que potencie todas las cosas que puede hacer, sin perder de vista su condición. Es por eso que hace dos años comenzó a participar en el equipo adaptado del Polideportivo Municipal de Jesús María y su evolución es realmente increíble.
La profesora Luján Cerdán hace un trabajo extraordinario en la coordinación de un grupo denominado “Los Gladiadores”, cuyos integrantes tienen distintas discapacidades, pero realizan deportes acuáticos y terrestres. Ella es el alma de este verdadero espacio de inclusión.
La clasificación a los Juegos Evita es un nuevo logro para Candela, que se mostró feliz, aunque nerviosa, ante este nuevo desafío que se le presenta.
“Implica mucho trabajo, ya que viene a entrenar dos veces por semana acá al Poli, tiene hidroterapia en otro lugar, así que bueno, es una forma de terapia y de sacarle el provecho a nivel deportivo, cumplirle el sueño, porque está feliz de competir, le gusta, la pone muy contenta”, afirmó su mamá.
A Candela le cuesta hablar, pero el brillo en sus ojos transmite pura ilusión y alegría.
NJM: ¿Qué significó para ella comenzar natación de manera más profesional?
Silvina: “Implicó una superación increíble y la ayudó a tener más confianza en ella misma, la discapacidad no es un medio que la va limitar, sino todo lo contrario, ha potenciado sus habilidades y estamos apostando a eso”.
Cuando se apagaron los micrófonos, Candela se puso su traje de baño y se zambulló sin demora a la pileta semiolímpica donde se siente como pez en el agua.
