Vecinos de barrio La Florida exige mayor control policial y municipal ante el aumento de ruidos molestos que afectan gravemente la calidad de vida de las personas con autismo. Un video viral de “picadas” en el barrio desató la preocupación vecinal y llevó el reclamo a las autoridades.
AUDIO: Marcella Pellegrini, integrante del grupo Padres TEA.
El barrio La Florida se ha convertido en el núcleo de un creciente conflicto impulsado por el ruido constante y explosivo que generan los escapes libres de las motos. La problemática ha movilizado a sus vecinos, quienes exigen mayor control, especialmente durante los fines de semana.
La preocupación se centra por el impacto directo que estos ruidos generan sobre las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Marcela Pellegrini, integrante del grupo Padres TEA,, explicó la gravedad de la situación:
“El ruido de las motos y los estruendos altera nuestra vida cotidiana. Las personas con autismo sufren una sensibilidad auditiva mucho mayor; estos ruidos explosivos los asustan, los alteran y son completamente impredecibles, justo lo contrario a lo que ellos necesitan. Tratamos de vivir en una sociedad más armónica y amigable para todos”, explicó.
La situación llegó al límite, tras la viralización de un video que mostró una camioneta realizando “picadas” en espacios contiguos, evidenciando que estas faltas son recurrentes en la zona, donde además se observa a conductores sin casco y realizando maniobras peligrosas.
El Centro Vecinal del barrio ya ha elevado el reclamo a las autoridades municipales, buscando visibilizar la falta de empatía de quienes generan los ruidos, sabiendo el daño que causan a otros vecinos.
Pellegrini aprovechó el pedido para extender la conciencia hacia las próximas fiestas navideñas, haciendo un llamado a la responsabilidad cívica:
“Pedimos evitar la pirotecnia sonora y optar solo por la luminosa. Si al otro le lastima, no está bueno”, agregó.
Si bien la resolución municipal de “Pirotecnia Cero” fue apoyada y logró suspender los lugares de venta tradicionales, la problemática se ha complejizado por las compras virtuales, lo que ha incrementado el uso doméstico e incontrolado de los artefactos sonoros.
Los vecinos insisten en la necesidad de mayor control policial y campañas de concientización para garantizar un ambiente seguro y tranquilo para todos los habitantes de La Florida.
