Se quedó sin trabajo como changarín y se convirtió en uno de los mejores locreros

Jesús María. Es el caso de "El Alemán", como apodan a Germán Castro, un vecino que nació en la más extrema pobreza, pero nunca perdió las ganas de superarse. Hoy está orgulloso del camino recorrido y valora a sus tres hijos. Confesó que cuando empezó no sabía hacer locro y fueron muchas frustraciones antes de llegar a la receta del éxito culinario. 

Germán "El Alemán" Castro nació en barrio San José Obrero. Vivió durante toda su niñez en una sola pieza junto a sus cuatro hermanos. 

Allí creció y uno de sus primeros trabajos fue el de canillita, de la mano de "el finado bicicleta", que reclutaba niños para vender diarios. 

Así nació su apodo, dado que no se le entendía nada cuando hablaba y por eso comenzaron a decirle "El Alemán". 

Después comenzó como changarín, iba a los campos a juntar batata o cargaba bolsas de maíz o soja en distintas plantas de acopio o cerealeras. 

Pero un buen día, como le pasa a tantos argentinos, se quedó sin trabajo. Comenzó a desesperarse porque para ese momento ya tenía tres hijos que mantener. 

Entonces decidió hacer locro para vender, pero, había un detalle: nunca en su vida había cocinado esa delicia criolla. "Yo no sabía hacer locro", confesó. 

Pero "El Alemán" no es de los que bajan los brazos tan fácilmente, por lo que no paró de trabajar para mejorar la receta hasta que finalmente lo logró. Así comenzó a prosperar y a hacerse conocido en Jesús María. 

Actualmente trabaja durante los días del Festival de Doma y Folklore, donde puede hacer una buena diferencia, y durante el año ofrece su locro en las fechas patrias. 

El Alemán nunca olvida sus orígenes y por eso muchas veces ayuda a personas en situación de vulnerabilidad que necesitán "algún remedio" o alguna colaboración. 

Siente mucho orgullo de lo que pudo conseguir y sigue trabajando para mejorar todos los días. 

14-03-23