Pedirán la canonización del presbítero José Bonoris

Un sobrino bisnieto del Presbítero José Bonoris, Eduardo Bonoris, adelantó al actual párroco de Colonia Caroya, Martín Cervato, que dará inicio a las gestiones. Solicitaría al Vaticano que se tengan a consideración cuatro instancias que estarían relacionadas con la erradicación de la epidemia de cólera que colonos caroyenses padecieron entre 1886 y 1887.
Foto: https://www.capillasytemplos.com.ar/coloniacaroya-nsdemonserrat.htm. José Bonoris e inauguración de la Iglesia Parroquial - 31/05/1896 (Foto cedida por el Ing. Oderzo Beinat, Mendoza para el Istituto dell´Emigrazione Friulana - R. Appi y O. Burelli) (Archivo fotográfico "Friuli nel Mondo")
Colonia Caroya.- Un sobrino bisnieto del Presbítero José Bonoris - primer cura párroco de la ciudad -, Eduardo Bonoris, anticipó a los micrófonos de Fm Comunicar, que dará inicio a las gestiones ante el Vaticano, para que se canonice al sacerdote por su posible intervención divina en el cese de las muertes por cólera que enlutó a la ciudad de cuna friulana, en los años 1886 y 1887.
Eduardo se mostró entusiasmado con la posibilidad, atento a que, en el caso del Cura Brochero, fue treinta años después de su fallecimiento que se inició el proceso de canonización que lo elevó a la calificación de Santo, por los milagros corroborados por la Iglesia Católica.
"… Y hago esta referencia: en ese hecho del cólera, se producen cuatro situaciones: La primera, fue la ayuda heroica de Bonoris para con los enfermos; luego, a pedido del Presbítero, los colonos empiezan una Novena de rezos y ocurren otras dos cosas importantes: se termina la epidemia y se salvan los enfermos. Y la cuarta, es la promesa de los colonos de llevar a la Virgen del Monserrat en procesión cada 2 de febrero", dijo Eduardo para la emisora caroyense.
Ocurre que a fines de diciembre de 1886, la fiebre del cólera tomó las calles de la colonia, cobrándose una innumerable cantidad de vidas, sin remedio aparente, más que el de la fe de los lugareños que padecían la enfermedad que habría ingresado por tren, desde países limítrofes, según el historiador Esteban Dómina.
Sobre lo ocurrido después, sobre cómo se dio el milagro, recogemos las palabras del periodista que redactó el artículo para Radio Comunicar, Ariel Roggio (de su gentileza):
“Fue entonces que el Pbro. José Bonoris, sacerdote friulano enviado especialmente por pedido de los colonos, convocó a todos para una jornada de plegarias y oraciones en la Estancia de Caroya, donde estaba la imagen de la Virgen del Monserrat”.
‘Vengan todos, sólo se queda uno a cuidar a los enfermos graves’, fue el pedido del Cura.
Después de una manifestación de fe -la más importante de la historia de la Colonia- el milagro se produjo: los enfermos habían sanado y ya nunca más hubo casos de cólera en Caroya.
El 26 o 27 de enero, el Padre José Bonoris convocó a todos a concurrir a la Estancia, y en la Capilla de la vieja Casona, rogaron, con lágrimas y una fe grande en Dios y en la Madre de Monserrat, el cese de la epidemia formulando solemne voto de llevar a la Santísima Virgen en procesión.
Después de los rezos, los enfermos se sanaron y nunca más hubo casos de cólera en Caroya.
El 2 de febrero, una semana después del milagro, es el día de la Virgen de la Candelaria. Esa fecha fue usada para cumplir la promesa que ya tiene 133 años.
Después del voto del cólera, acompañados y estimulados por el Pbro. Bonoris, pensaron los colonos en tener su propio templo. En el año 1888 fue colocada la piedra fundamental, y en mayo de 1898 se festejó la inauguración y bendición del templo Parroquial.
Desde el 2 de febrero de 1887 se realiza la procesión a la Virgen. En sus primeros años era desde la Casona de Caroya por la calle ancha ( Avda. San Martín).
Después de construido el Templo, le fue cedida la Imagen, continuando desde allí la procesión por la misma calle ancha, en frente a la parroquia”.
30 de enero de 2023
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