Hace casi 12 años que Claudina lucha por la cuota alimentaria de sus hijos

Jesús María. El equipo periodístico concurrió a Tribunales por una protesta sobre un caso de abuso, pero se encontró con otro reclamo que, tristemente, forma parte de “la diaria” en el Palacio de Justicia. La violencia económica es una de las tantas que padecen las mujeres. Aquí te contamos su padecimiento.
Los Tribunales de Jesús María están llenos de casos particulares que en la mayoría de los casos no salen en las noticias. Pero forman parte de la triste realidad que viven muchas mujeres, que son víctimas de todo tipo de violencia.
Claudina Da Silveira es docente, y hace casi 12 años que está luchando para que su ex marido y padre de sus hijos, le pague la cuota alimentaria.
Ella se separó por violencia de género cuando su entonces pareja aún era gerente de la empresa Arcor.
Desde el momento en que ella decidió hacer su propio camino, se enfrentó con un enorme monstruo de abogados, burocracia y dilaciones que hasta hoy, la mantienen sin poder acceder a un derecho que, ni siquiera es de ella, sino de sus hijos.
En 2016 su ex marido renunció a la multinacional y la cosa se complicó aún más.
Claudina agradeció el accionar del Juez Civil Mariano Pelliza, que tiene a cargo su expediente, pero por el momento sigue esperando una respuesta por parte de la Justicia respecto a su caso.
“Tengo cuatro hijos, yo salí adelante sola, soy docente, el papá los abandonó, se fue a hacer su vida, jamás regresó, cuando tuvimos la pandemia tuve mis cuatro hijos con Covid, cirugías, enfermedades, lo que te imagines, pero acá estoy, parada una vez más exigiendo la cuota alimentaria”, relató con un nudo en la garganta.
Y añadió: “Esa cuota no es para nosotras, no la usamos para comprarnos zapatos, la usamos para nuestros hijos, para que puedan comer, para que puedan alimentarse”.
Contó, además, que está muy orgullosa de sus hijos, ya que casi todos son profesionales y uno de ellos aún estudia ingeniería.
“Cuando la mujer sufre violencia y tiene que separarse, el miedo es, ‘qué voy a comer’, ‘con qué me voy a sostener’, yo les digo que se separen, que pongan el límite y que sigan adelante porque hay un montón de puertas que se abren y nos ayudan”, exhortó.
Claudina contó que los abogados de su ex viven “embarrando la cancha” en el terreno judicial y las resoluciones se demoran o vuelven a foja cero en forma cíclica.
Ella, como tantas otras mamás, lejos de claudicar, sigue adelante con el objetivo que se propuso. “Hoy mis hijos son mis pilares”, finalizó.
En el Día de la Mujer protestó pidiendo justicia por su hija abusada