Habló la mamá de Rodolfo García: Yo sigo llorando siempre

Colonia Caroya. El próximo 26 de abril se cumplirán 47 años desde la desaparición de este joven, que era estudiante de odontología. Los militares rompieron la puerta del departamento que habitaba junto a su compañera, Lenny Migotti, y se lo llevaron. Nunca se volvió a saber nada de él. Celia, su madre, asegura que todavía “siente sus pasos” y no pierde las esperanzas de saber qué fue de su hijo en aquellos días de tanta oscuridad para la República Argentina. 

Por Nicolás Luque

Hacía poco más de un mes que la Junta Militar había perpetrado un golpe de estado, instaurando así un régimen de terror que acabó con una generación entera de jóvenes que luchaban por un mundo mejor. 

Eran las 11 de la noche del 26 de abril de 1976 y Rodolfo García (25) se quedó en su departamento de calle San Gerónimo 2532 de barrio San Vicente en la Ciudad de Córdoba. Se jugaba un clásico, Boca-River y no quería perderse el partido. Estaba con Lenny Migotti, su compañera desde hacía cuatro años. 

Había llegado a Córdoba a estudiar odontología y comenzó a militar en la Juventud Universitaria Peronista. 

Aquella noche, mientras ambos estaban disfrutando del juego televisado, se escuchó como una explosión en la puerta y en instantes el lugar fue tomado por un grupo de tareas. Lo redujeron y se lo llevaron. Nunca más volvería a saberse de él. 

Lenny llamó a Mendoza, donde vivían los padres de Rodolfo, que cargaron un par de cosas en el auto, y emprendieron el viaje de 800 kilómetros esa misma noche, con el corazón en la boca. 

Al día siguiente comenzó una recorrida que no sólo incluyó un periplo por distintas cárceles, sino también una parada en el Tercer Cuerpo del Ejército, donde sólo les dieron un papel con información falsa sobre el paradero de Rodolfo. Se iba a convertir en un desaparecido más, engrosando la lista de quienes fueron masacrados por la dictadura. 

La mamá de Rodolfo, Celia Galdame, estuvo este lunes en Colonia Caroya, donde junto a su familia y un grupo de amigos, le rindieron un sencillo pero sentido homenaje. 

En diálogo con Noticias Jesús María, expresó: “Me entristece mucho porque yo sigo llorando siempre, porque un chico tan ejemplar, tan bueno, tan cariñoso, me falta ahora que estoy sola”. 

Y añadió: “¿Quién se lo llevó?, ¿qué hicieron con él? No puedo saber, si yo supiera algo por lo menos de él…”. 

Celia participó en Abuelas de Plaza de Mayo, estuvo varias veces en Buenos Aires, pero nunca logró tener un solo dato sobre el paradero de su hijo. Y ese es el dolor más grande que carga hasta la actualidad. 

“Yo lo veo llegar todos los días, siento sus pasos, siento todo y no puedo saber nada. El dolor lo llevo permanente”, expresó con la voz entrecortada y sus ojos profundos, brillosos. 

Junto a Lenny, su nieta Macarena y su bisnieta Catalina, recordaron a Rodolfo. En cada una de ellas, que representan cuatro generaciones, dejó una marca imborrable. 

Celia no deja de pensar ni un momento en cómo sería su hijo hoy, cómo compartirían momentos que la dictadura les arrebató para siempre, aunque todavía lo sigue esperando.

Fotos: Propias y Gentileza de Caroya FM

13-03-23