El acto inaugural de la muestra es siempre una tribuna donde se expresan las inquietudes del sector. Este año, el gobernador Martín Llaryora la recorrió un día antes y dejó abierta una mesa de diálogo permanente.

La pista central del predio de Malabrigo volvió a vestirse de gala para el Acto Inaugural de la 78° Exposición Rural de Industria y Comercio de la Sociedad Rural de Jesús María, la más importante del norte cordobés.
El palco oficial no contó con las principales figuras del Gobierno provincial, aunque el gobernador Martín Llaryora la visitó el viernes, día de apertura de puertas.
Allí mantuvo un encuentro reservado con dirigentes rurales del arco noroeste y anunció la creación de una mesa de diálogo permanente con el sector, para debatir y consensuar los temas más urgentes.
El presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Eduardo Riera, fue el único orador institucional y ratificó el histórico reclamo de “retenciones cero”, que la entidad sostiene desde hace casi dos décadas.
“No solo son un freno al desarrollo productivo del país, sino que golpean con particular dureza a provincias como Córdoba y, en especial, al Norte provincial, donde el impacto se siente en el corazón de las economías regionales”, afirmó el dirigente gremial.

Advirtió, además, que este esquema promueve el desarraigo y desincentiva la producción, especialmente en los campos más alejados, donde muchas veces solo se puede desarrollar la ganadería, con serios inconvenientes logísticos.
También resaltó la importancia de organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Senasa como fuentes de asistencia técnica, aunque pidió mayor eficiencia y la eliminación de gastos superfluos.
“El Estado debe estar al servicio de la producción y la ciudadanía, facilitando las actividades productivas, sin cargarlas con burocracia o costos innecesarios”, apuntó Riera.
En ese marco, manifestó su malestar por las “guías agropecuarias” que aún cobran muchos municipios por el traslado de animales, incluso dentro de campos de un mismo propietario.
Sostuvo que se trata de una tasa sin contraprestación y reclamó su eliminación “por ley”.
En la tribuna estaban presentes varios intendentes de la zona, como el de Jesús María, Federico Zárate, su par de Colonia Caroya, Paola Nanini, y el de Sinsacate, Carlos Ciprián, además de jefes comunales de otras localidades de la región.
Según cálculos de la Rural, la recaudación provincial por este concepto alcanzó, entre 2024 y lo que va de 2025, unos 13.500 millones de pesos. “Se trata de una aduana interna”, fustigó Riera.
Al mismo tiempo, valoró la mesa de conciliación que compartirán con el Gobierno de Córdoba a través del Ministerio de Bioagroindustria, para discutir impuestos como Sellos, Ingresos Brutos e Inmobiliario Rural, foco de permanentes roces entre los productores y la administración provincial.
“No más presión impositiva sobre quienes generan alimentos para todos, riqueza para la provincia y progreso para la comunidad”, expresó Riera, en un tono tranquilo pero firme.
Finalmente, destacó la labor conjunta con las sociedades rurales del arco noroeste, que este año se consolidó como entidad de segundo orden para realizar gestiones ante la Provincia.
Reconocimientos
En el palco central también hubo distinciones destacadas, como el reconocimiento de la familia Pantaneti a Walter Orodá, de la Cabaña El Porvenir, como productor del año.
Se distinguió además a Juan Carlos Vaca y a Carlos Llanes por su trayectoria en el periodismo agropecuario.
El acto culminó con un ensamble de danzas de la Escuadra Ecuestre Herencia Criolla, que incluyó a dos caballos bailando piezas del folklore nacional.
Y, como es tradición, hicieron su paso los reservados y grandes campeones de las distintas razas bovinas, ovinas y equinas que participan de la muestra.